Había salido a primera hora de la mañana para ir al dentista, en un Toyota Yaris y acompañado sólo por un gendarme.
Al salir de la consulta, el Papa le ha pedido que le llevase a visitar la Comisión, situada en la cuarta planta de un edificio próximo al Vaticano.
El gendarme ha comentado que le dijo a Francisco que podía ser complicado para su seguridad, pero él le contestó: “No te preocupes que estamos en las manos de Dios”
También ha comentado el gendarme que “es la primera travesura que hace el Santo Padre”
La sorpresa que han tenido los directivos y empleados de la CAL, cuando han visto al Papa en la puerta, ha sido mayúscula. No lo podían creer.
“Buenos días. Puedo pasar? Tenéis tiempo de conversar un poquito?” Francisco no quería ser inoportuno.
Todos le han acogido con gran alegría y sorpresa.
Después de visitarlos, ha subido de nuevo al coche y en el asiento del copiloto ha vuelto al Vaticano.
La CAL se ocupa de aconsejar y ayudar a las iglesias en América Latina.
