
La Audiencia General de hoy ha tenido como tema principal el amor de Dios para sus hijos, los hombres.
“Dios no reniega nunca de nosotros” ha dicho Francisco.
Pero Dios corrige como un padre, con misericordia, y no se cansa nunca de perdonar.
“Dios habla amorosamente a la conciencia de sus hijos, para que se arrepientan. Se comporta con nosotros como un padre que ama a sus hijos, pero que también los corrige y los educa”
“El Señor nos indica el camino, pero muchas veces preferimos ir por caminos equivocados”
“Cuando estamos enfermos, vamos al médico; cuando somos pecadores vamos al Señor. Pero si en vez de ir al médico vamos al curandero, no sanamos. Esto es ir por caminos equivocados”
Después ha comentado que algunas personas ofrecen limosnas a la Iglesia, que son fruto de la sangre de personas esclavizadas, explotadas, maltratadas.
“Yo les digo: Por favor, llévate tu dinero y quémalo. La Iglesia, el Pueblo de Dios, no necesita dinero sucio, sino corazones abiertos a la misericordia de Dios”