
En la homilía de esta mañana, Francisco ha puesto de manifiesto que Jesús nos enseña el camino de servicio a los demás.
Refiriéndose al Evangelio de hoy, en el que los discípulos discutían por saber quien de ellos era el más importante, el Papa ha dicho que “el más grande es el que está al servicio de los otros, no el que busca el dinero, el poder o el que presume”
Jesús dijo a sus discípulos: “QUIEN QUIERA SER EL PRIMERO, QUE SEA EL ÚLTIMO DE TODOS Y EL SERVIDOR DE TODOS”
Ha alertado de que esta tentación también se da en la Iglesia, donde algunos están dispuestos a destruir al otro, con el fin de subir más arriba.
Mientras que Jesús ha venido al mundo para servir y no para ser servido, y nos enseña el camino de la humildad, nosotros, pecadores, tenemos tentaciones mundanas que dividen y destruyen la Iglesia y no son el Espíritu de Jesús.
“Cuando los santos decían que se sentían pecadores es porque habían tenido envidias y tentaciones mundanas” ha dicho Francisco.
Finalmente, el Santo Padre ha pedido que reflexionemos en las muchas veces que hacemos esto y que pidamos a Dios “que nos ilumine para poder entender que el espíritu mundano es enemigo de Dios”