
El Papa Francisco ha comentado el Evangelio del día, antes de rezar el Ángelus, junto a las miles de personas que había hoy en la Plaza de San Pedro.
“La misión del cristiano en el mundo es estupenda y para todos, ninguno está excluido. Pero requiere mucha generosidad y la mirada y el corazón dirigida a lo alto, para invocar la ayuda del Señor” ha dicho Francisco.
“Los obreros de los que habla Jesús en el Evangelio son los misioneros del Reino de Dios que Él enviaba de dos en dos a cada ciudad, para anunciar un mensaje de salvación para todos, diciendo: El Reino de Dios está cerca” ha continuado.
“Pero no solo los misioneros que van lejos. También nosotros somos misioneros cristianos si decimos una palabra de salvación, Hay mucha necesidad de cristianos que testimonien con alegría el Evangelio”
“El obrero del Evangelio debe estar libre de condicionamientos humanos, lo que significa abandonar el orgullo personal y haciéndose, humildemente, instrumento de la salvación” ha concluido el Papa.
Después ha rezado el Ángelus y ha recordado que el próximo día 6 de Julio es la conmemoración de la muerte de Santa María Goretti, que perdonó a su asesino antes de entregar su alma a Dios.