En la Audiencia General de hoy miércoles, el Santo Padre ha querido dejar un mensaje claro.
Mencionando al Rey Acab de Israel, que abusando de su poder y matando a su dueño, consiguió la posesión de la viña de Nabot, el Papa ha dicho que esto mismo está pasando en la actualidad.
“No es una historia de otros tiempos, es una historia de hoy. Los poderosos que explotan a los pobres, el trabajo esclavo, la gente que trabaja en negro. Los poderosos que para tener mas dinero, explotan a la gente. Es la historia de los políticos que quieren mas, mas y mas” ha dicho Francisco.
“¡Ay de vosotros que acumuláis casas y casas, unís campo con campo hasta que no quede mas sitio!” ha continuado.
Después el Papa ha explicado como, ante semejante injusticia, Dios no le castigó, sino que intentó que el Rey Acab entendiera su pecado, y le envió al profeta Elías.
“El Rey se humilla y pide perdón. ¡Que bonito sería que los poderosos explotadores de hoy hicieran lo mismo!”
