
El Santo Padre está indispuesto. Tiene algo de fiebre y no se encuentra bien.
A pesar de esto, ha celebrado la Misa matutina en la capilla de la Casa de Santa Marta y en la homilía, basándose en el Evangelio del día, ha hablado del hombre rico y de Lázaro, un hombre pobre cubierto de llagas, que yacía en su puerta.
Francisco ha dicho: “El hombre rico estaba encerrado en su mundo, el mundo de los banquetes, de la vanidad. No pensaba en las necesidades de la gente, solo pensaba en él, en su buena vida”
“¿Dios que es Padre, no ha llamado a su corazón para moverlo? Si, Dios estaba en su puerta, en la persona de Lázaro que con sus miserias, con sus necesidades y sus enfermedades, era el Señor el que llamaba a su puerta, para que abriera su corazón y la misericordia pudiera entrar. Pero para él, mas allá de la puerta no había nada”
“Pidamos al Señor la gracia de ver siempre a los `Lázaros´que están en nuestra puerta, para que la misericordia de Dios pueda entrar en nuestro corazón”
Después de la Misa, Francisco ha suspendido el resto de las actividades de hoy, según información del Director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Federico Lombardi.